1926 Gardel, entre España y Argentina

Actividad incesante del “Zorzal Criollo” en Barcelona, pero regresa a Buenos Aires al saber que Razzano estaba enfermo y permaneció en el país hasta el final de la temporada. Actúa en cines, teatros y funciones a beneficio.

El primer día del año se presenta Gardel ante el público catalán, en Tarrassa, provincia de Barcelona. Pocos días después, con su guitarrista Ricardo efectúa una nueva tanda discográfica. Desde ese momento la actividad de Gardel es incesante. Es contratado para actuar en el teatro Romea, de Madrid. Las condiciones climáticas en el primer mes del año son desfavorables para cualquier espectáculo público. La intensa nieve y el frío no favorecen la actividad teatral. La llamada “cuesta de enero”, según los empresarios españoles, diezmaba los escenarios de público y los obligaba a cerrar las salas.

Con el temor de fracasar, Gardel firmó un contrato por solo diez días. Sin embargo, venció este obstáculo y llenó noche a noche la sala. Así fue que el máximo intérprete decidió quedarse un mes.

Ello no es obstáculo para que en Barcelona realice una sesión de grabaciones durante el primer mes del año.

Del 13 al 17 de febrero desarrolla una breve serie de dos audiciones diarias en el teatro Príncipe, de Vitoria, España, y decide emprender el regreso a Buenos Aires al recibir un telegrama en el que su amigo José Razzano le comunicaba que estaba enfermo.

El 23 de marzo, el Reina Victoria Eugenia atracó en el puerto de Buenos Aires. Gardel permaneció en el país hasta el final de la temporada.

No sería el único hito que marcó al “Zorzal Criollo” durante este año. El 8 de noviembre registró las primeras grabaciones eléctricas para los discos Nacional Odeón. También en esto Gardel se constituyó en un pionero. Las tres primeras versiones en este nuevo sistema (el pasodoble “Puñadito de sal”, y los tangos “Mi diosa” y “Del barrio de las latas”) le correspondieron al “Morocho”, acompañado nuevamente por Barbieri y Ricardo. En el mismo mes se continuó experimentando con el viejo sistema acústico y Gardel volvió a grabar los mismos temas. Obviamente, la empresa terminó por adoptar el registro eléctrico.

En cuanto a discos, es este el primer año en el que, como consecuencia de la convalecencia de Razzano, Gardel interpreta solo todos los temas.

La temporada teatral fue relativamente breve. Comenzó el 5 de agosto con diez días en el teatro Grand Splendid. Gardel animaba los entreactos cinematográficos. En septiembre actuó quince días en el teatro Empire y en la semana del 17 al 26 de septiembre compartió cartel con la jazz band de Adolfo Carabelli en el cine Florida. Además de ello, actuó en otros cines y realizó algunas presentaciones a beneficio en los teatros Avenida y San Martín.

El suceso que cerró el año fue la Gran Fiesta del Tango, realizada el 19 de diciembre en el Gran Splendid, donde se premiaron las obras intervinientes en el tercer concurso de Max Glücksmann.

Aquí se impuso “Páginas de amor”, obteniendo los premios subsiguientes “Llegué a ladrón por amarte”, “Bajo Belgrano”, “De buena fe”, “Llorá hermano” y “Normiña”. Además de la presencia orquestal de Osvaldo Fresedo sobre el escenario, Gardel cumplió interpretando los temas premiados. Y fue tal el éxito que, a pedido del público, debió repetirlos. Pocos días después, a excepción de “De buena fe”, Gardel grabó todos los temas.