1930 Consagración internacional, el cine, las giras

Gardel se incorpora a las nuevas tecnologías, filma los primeros cortos sonoros (hoy conocidos como videoclips). La BBC inglesa lanza por aquel entonces la primera transmisión televisiva de su historia, tras la norteamericana, iniciándose dicha emisión con uno de los cortos filmados por Gardel: “El carretero”. Realiza giras por el interior, grabaciones, temporadas radiales y actúa en teatros. Durante su debut en el teatro Artigas de Montevideo, se jugó el primer Campeonato Mundial de Fútbol y visita las concentraciones de Argentina y Uruguay, para animarlos con su canto antes de la competencia.

Entre octubre y noviembre se llevan a cabo en la Argentina las primeras filmaciones sonoras. Gardel participó de este auténtico acontecimiento, que, pese a la magnitud que encierra, se realizó en un humilde galpón de la calle México entre Piedras y Tacuarí, propiedad de Federico Valle.

Gardel fue contratado para filmar una serie de cortometrajes, todos dirigidos por Eduardo Morera y cantó en todos ellos. El hecho fue trascendente, tanto en la vida del hombre que nos ocupa como en el mundo del espectáculo, porque su innovación generó el primer videoclip de la historia.

Como este suceso fue el más importante de este año, vale la pena no ignorar algunos detalles. A saber: el primero de esos cortos se tituló “Viejo smoking”, donde también había un pequeño sketch con el actor César Fiaschi y la actriz Inés Murray. La cortina musical del tema homónimo, que es el que interpretaba Gardel, la ejecutó la orquesta de Francisco Canaro, quien tenía en el cortometraje una fugaz aparición, al igual que Celedonio Esteban Flores y Enrique Santos Discépolo.

Después de esta incursión, Gardel actuó en el Cine Teatro Palais Royal, en el Teatro Nacional (en función de beneficio de la Asociación de Cronistas y Reporteros del Turf), mientras grababa para Odeón acompañado por la orquesta de Francisco Canaro, que presentó un nuevo sexteto. Luego concluyó la temporada radial ante los micrófonos de Rivadavia y Splendid, para, el 6 de diciembre, partir una vez más en el Conte Rosso rumbo a Europa acompañado de Barbieri, Aguilar y Riverol.

Esta vez fue a Niza y, desde allí, en tren, se dirigió a París en busca del teatro Empire, donde durante catorce días se presentó en espectáculos de music hall.

Así terminó este año el cantor que lo iniciara deleitando al público bonaerense al cumplir una gira por el interior que además mezcló dos plazas importantes: Rosario el 3 de enero y un lugar no comprobado de Córdoba. Sus éxitos más importantes, empero, habían sido en el teatro Odeón de Mar del Plata y en el Palacio del Cine de Bahía Blanca.

Después de la gira Gardel se ocupó de realizar nuevas grabaciones, entre las que se destaca la del 20 de marzo, matriz Nº 5.262, porque en ella, al registrarse el tango “Juventud” debuta, precisamente, un nuevo guitarrista: Domingo Riverol.

También grabó con Rodolfo Biagi en piano y Antonio Rodio en violín. Fueron cinco obras antes de debutar en la hoy radio Belgrano (entonces Radio Nacional) en un estupendo ciclo que se difundía todos los miércoles y viernes a las 21, alternando con casi un mes de presentaciones en continuado en el Empire Theatre, que luego prosiguió en el cine Eryx Theatre de Corrientes esquina Callao, en las secciones de 18 a 23 horas.

Para junio Luis Arata quiso darle un cierre de jerarquía a los éxitos que su compañía consiguió en el todavía hoy importante teatro Comedia de Rosario y llevó con él al Zorzal, que vuelve a deslumbrar al público

1930 es un año deportivamente importante. Durante el debut de Gardel en el teatro Artigas de Montevideo se jugó el primer Campeonato Mundial de Fútbol. Si bien el cantor no asistió a la final, de la que participaron Argentina y Uruguay, visitó a ambas concentraciones para animarlos con su canto antes de la competición. Cantó en el hotel “La Barra de Santa Lucía”, para Guillermo Stábile, Zumelzu, Bottasso, Pechito Della Torre, Roberto Cherro, Mario Evaristo, su amigo Natalio Perinetti, Monti, Peucelle, Bossio y Paternoster, entre otros cracks nacionales. Gardel visitó también la concentración uruguaya y allí se encontró con dos viejos amigos: Héctor Scarone y José Nasazzi. Los acompañó en la cena y cantó varios temas, entre ellos, el vals “Palomita blanca”.