La gira había sido todo un éxito y estaba llegando a su fin, como habíamos comentado en la nota anterior, Gardel ya había decido que esa iba a ser su última gira, tal como lo dejó expresado en sus cartas personales, donde se quejaba del esfuerzo que acarreaba llevar a cabo cada una de sus presentaciones y del enorme sacrificio para su voz al carecer de amplificadores de sonido.