• Categoría de la entrada:Suceso

1930 CARLOS GARDEL FILMS CON SCKETCH, el nacimiento del primer video clip

SUCESO GARDELIANO N°16 - 02/05/2020

1930 CARLOS GARDEL FILMS CON SCKETCH, el nacimiento del primer video Clip

En los albores del cine sonoro y la televisión experimental argentina,los “films con scketch” o «encuadres musicales» (como fueron conocidos) de Cinematográfica Valle, fueron trascendentales, tanto en la vida de Carlos Gardel, como en el mundo del espectáculo, su innovación generó el primer video clip de la historia, estos le servirán a Gardel como promoción de sus canciones, consolidando su entrada a la pantalla grande.

Año 1917

Podríamos afirmar que 1917, es el año de la consagración nacional de Carlos Gardel. Hay motivos históricos que convalidan esta afirmación: Gardel realizó numerosas grabaciones para la casa Max Glücksmann, empresa discográfica y cinematográfica de la cual no se desvincularía hasta 1933; por primera vez apareció como actor de cine y, además, cantó un tango, “Mi noche triste” que modificó sustancialmente la propia historia de la canción popular. 

El 9 de abril de este 1917 inició su serie discográfica en Odeón y lo hizo grabando en los viejos estudios de Cangallo casi Callao, junto con el entonces inseparable compañero José Razzano. Conocidos como el “Dúo Gardel Razzano” se van imponiendo, fueron los años de auge de esta especialidad. El cine de aquella época, se consideraba poco más que una prolongación del teatro. Tenía la desventaja que era en blanco y negro, y, además, mudo. 

Un mes más tarde, de la separación momentánea del Dúo Gardel Razzano. Fue cuando al magno intérprete, se le presentó la posibilidad de actuar en un largometraje, Gardel no lo dudó y en mayo viajó a la provincia de Córdoba para participar en un film mudo, basado en la novela de Hugo Wast, llamado “Flor de Durazno”. Gardel prefirió olvidar esta experiencia, y no volvió a insistir en el cine mudo. 

flor de durazno
flor de durazno

Imágenes film «Flor de durazno».

Su papel se desmerece al no poder oír su voz; además al artista, que se encontraba pasado de peso, le toco interpretar a un gaucho corpulento y tosco… lo hace con tanta naturalidad que hasta nos resulta difícil creer que se trata de Carlos Gardel. Tampoco sus admiradores de aquellos años, eran capaces de reconocer en la pantalla al elegante cantor de tangos, siempre de impecable traje. De modo que este film, cayó mucho tiempo en el olvido. 

Año 1930

Durante la temporada de 1930, el actor y cantante Carlos Gardel deja en suspenso sus actuaciones en París y Barcelona para actualizar su presencia entre el público argentino haciendo teatro, radio y discos. Entre enero y marzo completa una gira por el interior de la provincia de Buenos Aires presentándose en el teatro Crystal Palace de Junín, Odeón de Mar del Plata, Palacio del Cine de Bahía Blanca y Americano de Tres Arroyos. Cantando incluso en el Varieté de Rosario. En todos los casos se presenta como solista acompañado por el dúo de guitarras compuesto por Guillermo Barbieri y José María Aguilar, al que se añade Angel Domingo Riverol, integrando el famoso el trío Barbieri-Riverol-Aguilar. Entre abril y mayo, de regreso a Buenos Aires, se presenta en el Empire, Mignon, Erix Theatre y el cine Once. Al tiempo lo hace en radio Nacional (luego Belgrano). Luego comparte el cartel con la compañía de Luis Arata en el teatro Comedia de Rosario. En ocasión del Mundial de Fútbol en el estadio Centenario de Montevideo, actúa como fin de fiesta de la compañía Morganti-Pomar en el Artigas y agasaja al Seleccionado en el Hotel La Barra acompañado por su trío de guitarras. Un nuevo contrato con la discográfica Nacional-Odeón le hace grabar con sus guitarristas conformando un quinteto con Rodolfo Biaggi en piano y Antonio Rodio en violín y un sexteto con miembros de la orquesta de Francisco Canaro; Luis Ricardi en piano, Federico Scorticatti y Angel Ramos en bandoneones, Cayetano Puglisi y Mauricio Mise en violines y Onildo Sinibaldi en contrabajo. Con estas formaciones se completan 87 grabaciones. El programa comprende 48 tangos y 2 estilos, entre valses, fox-trots, fados y otras armonías como milongas, rancheras, etcétera. Asimismo, regraba un éxito de juventud, Mi noche triste, en sistema eléctrico. Entonces, al filo de los cuarenta años, debuta en el cine parlante filmando los llamados “cortos del 30”.

Pese a una venturosa carrera artística, con la casa de su madre en la calle Jean Jaurés, por Balvanera, hipotecada, además endeudado por sus caballos de carrera, la situación financiera es compleja. Por otra parte, tiene un problema de salud. La garganta. De no mediar una intervención quirúrgica del Dr. León Elkin, la carrera de Carlos Gardel se hubiera colapsado en 1930. Superando el trance el artista responde a la prensa:

– ¿Piensa que aún puede cantar como de costumbre?

– Sí, che. Después de la operación que sufrí en mi garganta, quedé como nuevo.

– Se dice que usted ha ganado mucho dinero en el teatro.

– Es cierto. Gané mucho, mucho, increíblemente mucho. Pero como buen criollo, me quedé sin nada.

– ¿No le asusta el porvenir?

– El porvenir es el presente. Quien lleva sangre criolla no se asustará del porvenir. El Imparcial. Montevideo (13/7/30).

La divina dama (First National) con Corinne Griffith y Victor Varconi dirigidos por Frank Lloyd, estrenada en el Grand Splendid (12/6/29) ocasiona el interés del cine hablado entre el público argentino. Aunque es muda se sonoriza con la tecnología del sistema Vitaphone de discos sincrónicos. Por entonces se filma La vía de oro, una película muda con Nedda Francy, Alfredo Lliri y Felipe Farah dirigida por Edmo Cominetti para el sello Sur. El empresario español Carlos Zapater sugiere al productor Arturo S. Mom sonorizarla con el Vitaphone ofreciendo a Gardel una participación en off. El cantante no acepta y transfiere esa oferta a Charlo, un colega. La vía de oro, estrenada en el Select Lavalle (20/10/31), pudo ser la primera película sonora de Gardel.

; tuvo algunas resistencias. A fines de los años veinte e inicios de los treinta, los miembros de las orquestas de tango creían –por ejemplo- que esto acarrearía la ruina para ellos. Pese a las protestas, los primeros equipos de sonido comenzaron a arribar al país. En principio, el sistema que alcanzó mayor popularidad fue el Vitaphone, donde la película se sincronizaba con discos. Sin embargo, este procedimiento tenía varios inconvenientes. En muchas ocasiones la pérdida accidental de algunos fotogramas del filme hacía que la sincronización se malograra, con el consecuente perjuicio en el momento de la proyección. Mucho mejor era el sistema de sonido óptico, donde la pista sonora estaba incorporada a la película. A este formato pertenecía el Phonofilm De Forest, traído a Buenos Aires por la Corporación Argentina de Films, en 1927. El problema con el De Forest era que sólo podía utilizar rollos pequeños, por lo que era apto únicamente para cortometrajes. Es por esta razón que se lo usaba para noticieros o cortos musicales.

El primer filme con sonido óptico que se da a conocer en argentina es “Tango” (1933). Antecedentes a este largometraje son “Muñequitas porteñas” (1930) que utilizó discos sincronizados.

El primero de octubre el año 30, Carlos Gardel, José Razzano y Francisco Canaro firmaron un convenio para el desarrollo de obras musicales y cinematografías, este decía: 

Páginas del contrato firmado entre Carlos Gardel, José Razzano y Francisco Canaro.

“En la ciudad de Buenos Aires a los un días del mes de octubre del año 1930 (mil novecientos treinta), entre los señores Carlos Gardel, domiciliado en la calle Jean Jaures setecientos treinta y cinco, José Razzano, domiciliado en la calle Esteban Bonorino cuatrocientos senta y siete y Francisco Canaro domiciliado en la calle Tagle dos mil ochocientos setenta y seis de esta ciudad, se conviene lo siguiente: 1° Los nombrados constituyen una sociedad denominada “Unión Argentina”, Sociedad Difusora de Obras Musicales y Cinematográficas, la que tiene por objeto: Representar, Administrar, Percibir y Adquirir obras musicales con o sin letra, (difundir estas en discos fonográficos (por cualquier procedimiento mecánico o eléctrico), en ediciones impresas en papel, grabaciones en rollos para auto-piano y en todas las manifestaciones del cinematógrafo”… 

Días más tarde, a fines de mes de octubre, estarían filmando, lo que denominaron “films con Sketch”, Los estudios, propiedad de Federico Valle, ubicados en un humilde galpón en México 832, entre Tacuarí y Piedras- tuvieron que ser acondicionados para la nueva experiencia. Debido a que se trabajaba con grabación de sonido directo se tomaron algunas precauciones para asegurar el aislamiento sonoro, aunque las soluciones elegidas fueron bastante primitivas. Morera adquirió un género utilizado para trapo de piso y lo recubrió con una sustancia que los bomberos usaban para sortear la acción del fuego. El resultado de este sencillo procedimiento debió haber sido alentador ya que después se lo aplicó en los estudios de Radio Belgrano y en los Río de la Plata, de Francisco Canaro. Para tapar el sonido de la cámara Bell & Howell que se utilizó en el rodaje se recurrió a un simple almohadón, prestado por una vecina del estudio. 

Gardel filma una serie de cortometrajes, dirigidos por Eduardo Morera, con el sistema Deforest Phonofilm,  donde se presenta acompañado de sus guitarristas, tal como lo hacía en el Teatro. Estos films permitían el lucimiento de Gardel como de la promoción del novedoso film sonoro. Gardel manifiesta: “Aquí ando, hermano, dispuesto como siempre a defender nuestro idioma, nuestras costumbres y nuestras canciones con la ayuda del film sonoro argentino.” El hecho fue trascendente, tanto en la vida del hombre que nos ocupa como en el mundo del espectáculo, porque su innovación generó el primer video clip de la historia, estos le servirán a Gardel como promoción de sus canciones. 

Esos encuadres musicales o films con sketch, se estrenarían recién al año siguiente. El 3 de mayo de 1931 se estrena en el Cine Astral, con un programa especial, donde aparecen por fin anunciados: “Carlitos Gardel en su primer film sonoro: Viejo smoking, Padrino pelao y El carretero”, como complemento del film Ángeles del infierno de Artistas Unidos. La experiencia resultó un gran suceso, y esos 10 cortos, siguen haciendo disfrutar casi tanto como aquella primera vez. 

El primero de esos cortos se tituló “Viejo smoking”, Con el acompañamiento de la orquesta de Francisco Canaro y en los otros el cantante es secundado por sus guitarristas; este pequeño sketch con el actor César Fiaschi y la actriz Inés Murray, incluía una breve interpretación actoral de Carlitos, muy lograda, por cierto. Hasta tal punto que quienes le rodeaban –Morera, Razzano, Canaro, Leguisamo– le incentivaron a dedicarse de lleno al naciente cine sonoro. 

Pero Gardel buscaba ingresar a escena por la puerta grande. Sabía que el cine podía proyectar su imagen y su voz a todos los rincones del planeta. Seguidamente se marchó a Europa donde allí movería todos los hilos que fueran necesarios hasta hacerse un lugar en el podio de la cinematografía universal. Y a ese proyecto abocaría todos sus esfuerzos futuros…

Eduardo morera, director de los films, siempre sostuvo que solo se habían filmado 10 cortos. Hoy, tras la aparición del “quinielero” confirma la sospecha que fueron más, sabemos a ciencia cierta que se filmaron más de 11 cortos, y varios investigadores sostienen que fueron 15, pero a la fecha no ha aparecido documentación que lo respalde. 

Eduardo morera en una de las entrevistas que la precariedad de la producción también afectó el proceso de revelado, y esto hizo que se perdieron cuatro cortos, en el proceso.

Entrevista a Eduardo Morera – 1995 director de los Films con Sketch

La Corporación Argentina de Films está importando una nueva tecnología de banda de sonido incorporada, el sistema Movietone, y filma el documental ¡Yrigoyen! estrenada en el Apolo. Por aparte José Böhr y Sofía Bozán son los primeros artistas de music-hall argentino que actúan en el Movietone. El mismo equipamiento será empleado por la empresa Cinematográfica Valle del legendario cineasta documentalista Federico Valle. La empresa instruye al camarógrafo Antonio Merayo, brazo derecho del documentalista Francisco Mayhofer en el Film Revista Valle, y a los sonidistas Ricardo Raffo y Roberto Schmidt, para completar quince películas en un set de la calle México, entre Piedras y Tacuarí. En horarios nocturnos, los rodajes comienzan el 23 de octubre y concluyen el 3 de noviembre, aunque está claro que no filman once noches corridas. Morera lo cuenta:

A mí se me ocurrió, con los éxitos de las canciones populares, hacer un corto de complemento. En aquella época, la programación del cine era distinta de cómo es ahora (1974). El complemento se alquilaba aparte. La película de base iba siempre a precio fijo. No como después de la revolución del sistema de explotación, en que a porcentaje fue. Antes no. Entonces, al complemento también lo pagaba el dueño del cine. ANESA (1978).

Yira Yira
Yira Yira

Enrique Santos Discépolo y Carlos Gardel en el cortometraje Yira, yira de 1930.

– ¿Se filmaron diez cortos?

– No. Quince. Pero en el laboratorio se quemaron cinco. Lástima que entre ellos se perdió uno muy bueno con Leguisamo (¡Leguisamo solo!).

– ¿En qué condiciones filmaban?

– Todo era muy primitivo. Filmamos en un galpón al que se había forrado con trapos de piso para ganar acústica. La filmadora hacía tanto ruido que tuvimos que colocarle un almohadón encima porque no podía oírse cantar a Gardel.

Gardel se encuentra en París cuando, en plena temporada 1931, los cortos comienzan a exhibirse en el cine Astral de la Corrientes angosta. La experiencia sería satisfactoria y al poco tiempo comienza su carrera cinematográfica filmando Luces de Buenos Aires en los estudios Paramount de Joinville-Le-Pont, en Francia. 

– Los críticos y los tangueros hablan mucho de sus condiciones artísticas (de Gardel) pero poco es lo que dicen de su cualidad humana. Como tuve la suerte de tener un contacto personal con él durante mucho tiempo pude comprender y captar parte de su psicología. Carlitos no toleraba las características típicas del ambiente del cantor: la envidia, los celos y la competencia del medio en el cual se desenvolvía. Tales defectos no existían en él. Era tan grande su amplitud que llegó a grabar algunos temas de escasa calidad sólo para hacerle un favor a algún amigo letrista que “andaba en la mala”. Nunca fue un “estirado” …

– ¿Qué dificultades aparecieron en el trabajo con Gardel?

– Al comienzo no fue sencillo, más de una vez Razzano o Leguisamo lo tuvieron que traer de la “orejita”, porque si no, no venía. Nunca me enojé con él, salvo una vez que faltó a la filmación sin avisarme. Fue necesario ir a buscarlo a su casa de la calle Jean Jaurés donde vivía con su madre. Cuando entré lo ví en el baño haciéndose gárgaras. Me asusté porque pensé que estaba mal de la garganta y por eso no había asistido a la filmación. Le pregunté si estaba enfermo y me contestó que estaba bien, pero como al otro día corría su caballo, quería estar en buen estado para alentarlo.

– La gente no estaba muy de acuerdo con que dirigiese a Carlitos. Muchos decían que yo no sabía nada de cine. Pero juntos nos arriesgamos y demostramos que hicimos un buen producto… Enrique Santos Discépolo, por ejemplo, participó en Yira yira. Me acuerdo de que en aquel momento yo no había quedado muy conforme con él porque había hecho algo muy corto y humorístico, que me pareció que no correspondía con el tenor dramático de la letra de ese tango. De todas maneras, fue un testimonio emocionante. La Maga Colección (1995).

Carlos Gardel, César Fiaschi e Inés Murray en Viejo Smoking.

Viejo smoking, sobre un guión de Enrique P. Maroni, sería el primer corto filmado por Morera con Inés Murray y César Fiaschi. Se trata de un acto teatral, un sketch. Gardel fuma y juega solitarios. Entonces entra Manuela (Inés Murray) reclamando el pago del alquiler. Gardel se fastidia:

– Total. Sólo debo tres meses y el que va corriendo.

 -Es que dice (La Patrona) que va corriendo demasiado y que las carreras a ella no la seducen.

– Y bueno ¿qué querés que haga? Ya he agotado todos los recursos. Sin empleo, sin amigos y sin nada que empeñar.

– Es que yo no veo más que dos caminos.

– Decime uno.

– O paga y se queda o no paga y se va.

– ¡Siempre la misma milonga!

-Es que aquí se debe el alquiler. Se debe el teléfono. Me deben a mí, que no me puedo hacer la permanente.

Entonces entra un amigo (César Fiaschi):

–  Pero che, no acertamos ni una. ¿Y a mí que me dejaron cesante? Y eso que yo también fui revolucionario.

Silbando un tango, El ciruja, accidentalmente encuentra el smoking en el ropero.

– Che ¿y esto? ¿Por qué no vendés el smoking?

– No che. Eso no. No viejo. ¿Vos sabés el cariño que tengo por esta prenda?

– Después lo sacamos.

– No podría separarme de él. En la historia de mis mejores aventuras de amor, él fue el testigo fiel. ¡Cuánta pebeta linda se afirmó en ese brazo, en las vueltas de un tango! ¡Cómo sintió ese smoking el latir de mi corazón, apresurado por las emociones del primer beso! Separarme de él, sería como si me arrancasen un pedazo de vida.

– ¡Pero che!

– No querido. Nunca me separaré de él.

Ahora con la prenda entre sus manos, Gardel recita: Viejo smoking de los tiempos / en que yo también tallaba, / ¡cuánta papusa garaba /en tus solapas lloró! / Solapas que, con su brillo, / parece que encandilaban / y que, en donde iba, sentaban / mi fama… de gigoló.

Luego, en primer plano, entona el tango Viejo smoking y así termina el corto.

En algunos cortos Gardel comparte la pantalla con sus guitarristas, el trío Barbieri-Riverol-Aguilar, y otras figuras del espectáculo. Dado el carácter promocional de las películas la agenda se abre a figuras de alto perfil en la cartelera de entonces. Algunas son veteranas como el autor e intérprete uruguayo Arturo de Nava. Otras en cambio, son emergentes como Celedonio Flores y Enrique Santos Discépolos, letristas en pleno ascenso. También aparece el mismísimo Francisco Canaro, director de orquesta y empresario artístico. Otra figura exitosa es la del jockey Irineo Leguizamo, única salvedad extra-artística. En las películas siempre hay oportunidad para un breve diálogo colmado de gentilezas.

El Carretero

Arturo de Navas y Carlos Gardel en El Carretero.

En El carretero, se puede ver una gloria de la guardia vieja, a De Nava en el único registro audiovisual que se le conoce.

– Tengo mucho que agradecerte. Que te hayas acordado de este pobre viejo y que hayas sacao este mancarroncito criollo que estaba enterrado en el potrero del olvido, para que estas nuevas generaciones se den cuenta lo que es el olor a pasto y a fogón, hermano.

– De Nava, yo no hecho más que interpretar en lo posible tu canción y (mirando a cámara) que el público juzgue.

mano a mano
mano a mano

Celedonio Flores y Carlos Gardel en Mano a mano.

En Mano a Mano aparece Celedonio Flores.

– ¿Qué decís Carlitos?

– Contento hermano, de haber colaborado con vos en el hermoso tango Mano a mano y ser el primero en interpretarlo en film sonoro.

– Y yo contento, vengo encantado con el artista y el amigo.

– ¡Gracias viejo!

Rosas de Otoño

Francisco Canaro y Carlos Gardel en Rosas de otoño.

En Rosas de otoño el encuentro es con Francisco Canaro:

– Hola Carlos.

– Como siempre, hermano. Defendiendo nuestro idioma, nuestras costumbres y nuestras canciones con la ayuda del film sonoro argentino.

– Yo por mi parte te acompañaré con mi orquesta y haré lo imposible para que nuestras canciones sigan triunfando en el mundo entero.

– Muy bien, viejo. ¿Largamos esta carrera?

– Largamos ¡Qué suene la campana!

– Listo el pollo nomás.

Yira yira
Yira yira

Enrique Santos Discépolo y Carlos Gardel en el cortometraje Yira, yira de 1930.

Enrique Santos Discépolo aparece en Yira Yira.

– Decime Enrique. ¿Qué has querido hacer con el tango Yira yira?

– ¿Con Yira yira?

– Eso es.

– Una canción de soledad y de desesperanza.

– Hombre, así lo he comprendido yo.

– Por eso es que lo cantas de una manera admirable.

– Pero el personaje es un hombre bueno ¿verdad?

– Si. Es un hombre que ha vivido la bella esperanza de la fraternidad durante cuarenta años y de pronto, un día, a los cuarenta años, se desayuna conque los hombres son unas fieras.

– Pero dices cosas amargas.

– Carlos, no pretenderás que diga cosas divertidas un hombre que ha esperado cuarenta años para desayunarse.

– ¡Puunch! dice Gardel.

Excluyendo a Viejo smoking, los cortos implican un retroceso a la linealidad, la rigidez de la cámara, la luz plana y la interpretación teatral proverbiales del modo de representación primitivo. Es asombroso que Gardel mire al espectador, interpelándolo. Además de cantar en vivo, sin playback, método que se convertirá en norma cuando filme sus películas posteriores. Por ahora, los rodajes siguen un plan maestro. Cuatro series básicas y una adicional. En las series básicas se advierte distintas puestas en escena:

Gardel solo en plano medio con la guitarra. Títulos: Padrino pelao, Tengo miedo y Enfundá la mandolina.

Gardel con Riverol y Barbieri en primer plano. Títulos: Mano a mano, Yira yira y El carretero.

Gardel con Riverol, Barbieri y Aguilar en plano medio largo. Títulos: Añoranzas y Canchero.

Gardel con Riverol, Barbieri y Aguilar en plano total corto. Títulos: El quinielero (posiblemente ¡Leguisamo solo! y otras tres no identificadas).

En la otra serie, adicional, Gardel está solo en plano medio y primer plano. Títulos: Rosas de otoño y Viejo smoking.

No hay movimientos de cámara. Excepto por un fade-out, un fundido en negro como cierre de cada corto, no hay FX’s. Seguramente los cortos se filman en un plan de cuatro rodajes. Uno por cada serie. Por ejemplo: Mano a mano, Yira yira y El carretero en una noche y Añoranzas y Canchero en otra. Esto según una planilla de filmación estudiada para ganar tiempo al estilo del rodaje «caliente» con una cámara montada en el trípode y el plano definido apriori. Ordenamiento de puesta en cuadro y en escena válido para todas las películas a rodarse en esa sesión. Mano a mano, Yira yira y El carretero son iguales entre sí. El mismo encuadre. Como Añoranzas y Canchero.

Son los únicos documentos que hay del Gardel teatral. Como actuaba en el Empire y en el Esmeralda. De smoking y pan-cake. Sentado delante de sus guitarristas. Iluminado por un proyector. En escena está el citado trío compuesto por Guillermo Barbieri, Domingo Riverol y José María Aguilar.

Aunque también se lo recuerda como padre del cómico Afredo Barbieri y abuelo de la actriz-vedette Carmen Barbieri, el guitarrista y compositor, cantor y a veces actor-soporte Guillermo Desiderio Barbieri. Ex-ejecutante de la orquesta de Juan Maglio (Pacho), integra diversos dúos criollos siendo Barbieri-Cardelli el más exitoso. Junto al «Negro» Ricardo acompaña al dúo Gardel-Razzano en 1921. Barbieri es autor de la música de Viejo smoking y Rosas de otoño que llevan al cine. Es la voz que increpa o interroga humorísticamente en grabaciones como Al mundo le falta un tornillo y Che Bartolo o canta a coro con Aguilar en Lo han visto con otra y ¡Leguisamo solo!

Es un personaje elegante y señorial, el speaker Domingo Angel Riverol, quien hace las presentaciones en los teatros y hasta recita algunas glosas. Amigo de los cantantes Agustín Magaldi y Pedro Noda, Riverol los organiza como dúo. El exitoso binomio Magaldi-Noda debuta en 1924. También integra el trío instrumental Riverol-Espumer-Maciel. Acompaña a Libertad Lamarque y a Adelma y Ada Falcón, a Mercedes Simone y a Charlo. Se asocia a Gardel en 1929 reemplazando al “Negro” Ricardo.

Como cantor, José María Aguilar «El Indio» integra al dúo Aguilar-Fugazot. Como guitarrista acompaña a Agustín Magaldi, Ignacio Corsini, Alberto Vila y Adelma Falcón aparte de dúos como Magaldi-Noda, Gómez-Vila y Pelaia-Catán. Como escritor deja un libro inédito: Yo acompañé a Gardel. Es autor de la música de Añoranzas y Tengo miedo, que Gardel interpreta en los cortos. Es nacido en el departamento de Canelones, Uruguay. En 1920 debuta en Buenos Aires en el salón La Argentina y en el teatro Nacional. Graba en la Victor como solista y hace dúos instrumentales con Maciel y con Pagés.

No se estrenan ni se componen temas originales para el audio de las películas. A cambio se actualiza el repertorio discográfico con nuevos arreglos. 

Es interesante ver la performance del trío Barbieri-Riverol-Aguilar. En Mano a mano, Yira yira y El carretero, Riverol y Barbieri lucen aprensivos ante la cámara, pero. En cambio, en Añoranzas y Canchero a Riverol, Barbieri y Aguilar se los encuentra mucho más sueltos. También la cámara está más lejos. Aguilar, el playboy del conjunto, luce muy seductor. En uno de los cortos, Barbieri -se ignora la razón- está tentado de reírse. Riverol conserva su carácter flemático. Con el rostro teatralmente pintado sus rostros parecen máscaras expresionistas. Invariablemente todos actúan sentados en sillas. Gardel canta sentado en una banqueta.

De las quince producciones solo once llegan hasta nosotros. Cuatro se pierden en el laboratorio. Algo falla en la química y se arruinan las emulsiones sensibles. Se «queman» las películas. Se ignoran los títulos de por lo menos tres de éstas. Una cosa es cierta. Entre los cortos perdidos figura ¡Leguisamo solo!

Edición/Corregida y Aumentada basada en la nota de Jack lupic 

Walter Santoro  para Fundación internacional Carlos Gardel